Conchita se llama mi perrita, la encontré un día en una casa en México que estaban desocupando, estaba llena de pulgas y también de mucho amor. Eso lo descubrí poco a poco. Conchita ahora vive conmigo en Alemania y ha sido una gran compañera.
Estas son algunas de las cosas que Conchita me ha enseñado viviendo a su lado.
- Hay que disfrutar sin culpa cuando se puede descansar.
- El amor se puede demostrar de muchas maneras, no es necesario decirlo con palabras.
- No hay que perderse la oportunidad de aprovechar el tiempo con nuestros seres queridos, no son para siempre.
- Es bonito hacerle saber a los demás que te alegras de verlos de nuevo.
- El aire libre hace bien y ofrece un montón de sensaciones por descubrir.
- Es necesario poner y expresar límites cuando algo no te haga sentir bien.
- Se puede disfrutar de lo más simple.
- Cuando alguien tenga un día difícil hazle saber que estás ahí para el o para ella aun sin palabras.
- Cuando tus seres queridos lleguen a casa, siempre corre a saludar.
- Nunca dejes pasar una oportunidad de ir a pasear.
- Permítete la experiencia del aire fresco y del viento.
- Corre, salta y juega a diario.
- Evita «morder» cuando sólo un «gruñido» sería suficiente.
- En días cálidos, acuéstate sobre la hierba.
- Y nunca olvides: Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente haz que sienta que estás ahí…
- Este es el secreto de la felicidad que, aunque no nos demos cuenta, los perros nos enseñan a diario.”
- AUTOR: Victoria Rodríguez