EFECTOS EMOCIONALES DE UNA MIGRACIÓN

Los movimientos migratorios han sido estudiados desde diferentes perspectivas como la economía, demografía, derecho, estadística, empleo, pero pocas veces se contempla la mirada del ser, de la persona. Es por eso, que me parece importante hablar desde una perspectiva emocional en relación con los aspectos emocionales que trae consigo una migración.

Cuando una persona cambia su lugar de residencia, experimenta diversas emociones desde antes de que ocurra la migración (como por ejemplo la idealización del destino) hasta los momentos en que se adapta a la nueva cultura y entorno. Estas experiencias, como todo en la vida, pueden generar una serie de beneficios pero también una serie de dificultades y tensiones. Durante este proceso se puede llegar a experimentar un duelo poco conocido “el duelo migratorio”, originado por las pérdidas emocionales y sociales que traen consigo la migración, no siendo exclusivo de quienes migran motivados por circunstancias desfavorecedoras de su lugar de origen, sino también para quienes lo hacen motivados por otras razones.

Este duelo puede variar en intensidad y duración según las circunstancias individuales y las diferencias culturales. Por ejemplo la vulnerabilidad de la persona, las habilidades personales y la situación de acogida de la persona migrante. Según Joseba Achotegui, médico psiquiatra del SAPPIR (Servicio de Atención Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados), el duelo migratorio llega a ser parcial, pues no surge a partir de una pérdida completa como es el caso de la muerte de una persona sino que se trata de una separación, es recurrente pues se produce “un ir y venir”, reactivándose con cada noticia del país de origen, lo que permite reavivar los vínculos y emociones latentes, generando los deseos de regresar algún día. prohibido en cuanto a que la persona que lo sufre no puede permitirse el atender a ello. Y por ultimo define al duelo migratorio como un duelo múltiple, formado por un grupo de 7 microduelos.

LOS 7 DUELOS (Achotegui, 2002):

  • El duelo por la familia y amigos Al mudarse a un nuevo lugar, es posible que los migrantes pierdan conexiones sociales significativas, como amigos y familiares, lo que puede ser doloroso.
  • El duelo por la lengua/idioma La barrera del idioma puede ser una fuente de pérdida y frustración para los migrantes, ya que a menudo tienen dificultades para comunicarse en su nuevo entorno. Aun cuando se aprenda la nueva lengua, esto no conlleva la incorporación de claves y códigos que permitan la expresión de lo que cada cual lleva dentro.
  • El duelo por la cultura (costumbres, religión, valores, forma de vida, comida, vestimentas) La adaptación a una nueva cultura puede ser un proceso desafiante y conlleva la pérdida de familiaridad con las costumbres, valores y normas de la cultura de origen.
  • El duelo por la tierra (paisaje, colores, olores, luminosidad) Cuando una persona no quiere estar en un lugar tiende a magnificar los aspectos negativos de ese lugar y lo vive como asfixiante y agobiante.
  • El duelo por el estatus social (documentación, empleo, posibilidades de ascenso social) Los migrantes pueden sentir la pérdida de roles sociales y estatus que tenían en su país de origen al dejar de ser profesionales respetados como lo eran en su lugar de origen y sentirse marginados en su nueva ubicación. Cuando esta sensación se prolonga, la persona tiende a desmoralizarse, desmotivarse y valorar en negativo su esfuerzo de adaptación y progreso.
  • El duelo por el contacto con el grupo étnico (xenofobia, prejuicios, racismo) Nuestra mayor seguridad la obtenemos en el encuentro con nuestro grupo de pertenencia, donde nos identifican, reconocen…situaciones de rechazo y aislamiento hacen más patente esa pérdida.
  • El duelo por los riesgos de integridad física (viajes peligrosos, riesgo de expulsión, amenazas para la salud)

La nostalgia, tristeza, llanto, sentimientos de culpa, ansiedad e irritabilidad, miedo, confusión y preocupación, sensación de incapacidad para seguir adelante, ideas de muerte, el cansancio, conductas de dependencia y comportamiento sumiso; conductas de queja y protesta ante situaciones de frustración y dolor, pérdida o aumento del apetito, sensación de soledad aun en compañía, somatizaciones como dolores de cabeza, alteraciones del sueño, son algunos de los síntomas que se presentan en la experiencia de este duelo.

Al igual que otros duelos, no todo el mundo los vive de la misma manera, la intensidad y vivencias varían. Algunos migrantes pueden superar este duelo con el tiempo y la ayuda de apoyo emocional y psicológico, mientras que otros pueden enfrentar mayores dificultades. Factores como el estilo de afrontamiento, los rasgos de la personalidad, las circunstancias contextuales, así como la comprensión y el apoyo de la comunidad de acogida pueden desempeñar un papel crucial.

¿Qué puedes hacer si identificas estar viviendo este duelo?

  • Acepta y valida tus emociones. El duelo migratorio puede generar tristeza, nostalgia, ansiedad y otros sentimientos. Permítete sentir y reconoce la importancia de esas emociones en tu proceso de adaptación.
  • Mantén vínculos con tu cultura de origen. Celebra festividades, cocina platillos tradicionales, y comunica en tu lengua materna para mantener conexiones significativas con tus raíces y reducir la sensación de pérdida.
  • Construye nuevas conexiones sociales. Busca comunidades migrantes o grupos de apoyo. Conectar con personas que comparten experiencias similares puede proporcionar un sentido de pertenencia y apoyo emocional durante el proceso de adaptación a un nuevo entorno.
  • Crea nuevas rutinas y tradiciones en el lugar de destino. Desarrolla hábitos que te conecten con tu entorno actual, integrando elementos locales que enriquezcan tu experiencia y ayuden en la construcción de un nuevo hogar.
  • Explora nuevas actividades recreativas. Participar en actividades que te gusten y te brinden alegría puede ayudar a aliviar el estrés y ofrecer distracción durante el proceso de adaptación.
  • Documenta tu experiencia. Llevar un diario o blog donde puedas expresar tus pensamientos y sentimientos puede ser terapéutico. Además, documentar tu viaje puede convertirse en una forma de autoexpresión y reflexión.
  • Establece metas alcanzables. Definir metas realistas y alcanzables te proporcionará un sentido de logro y control sobre tu vida, contribuyendo positivamente al proceso de adaptación.
  • Haz ejercicio regularmente. La actividad física no solo beneficia tu salud física, sino que también contribuye al bienestar emocional. Encuentra una actividad que disfrutes y haz del ejercicio parte de tu rutina.
  • Considera la ayuda de un profesional. La terapia puede ofrecer un espacio seguro para explorar y comprender tus emociones, brindando herramientas para afrontar el duelo migratorio. La psicoterapia es un recurso valioso para facilitar el proceso de adaptación y de reorganización interna.

Es esencial reconocer que el duelo migratorio, no debe ser enfrentado en soledad. Buscar apoyo, ya sea a través de amigos, familiares o profesionales, puede marcar la diferencia en la superación de las dificultades asociadas con esta experiencia. La clave reside en construir un equilibrio armonioso entre las memorias del pasado y las experiencias del presente. Este trayecto no solo se trata de dejar atrás lo que fue, sino de fusionar nuestras raíces con la realidad actual, forjando así un capítulo nuevo y significativo en nuestra vida.

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