Abuso sexual infantil ¿Qué tema tan sensible cierto? ¿Pero sabías que también es un tema prácticamente “desconocido” y del que nadie quiere hablar, a pesar de que sucede? y paradójicamente, sólo hablando de él se puede evitar, porque sólo haciéndolo evidente, es posible la sensibilización de la sociedad, sólo así se puede informar a los padres de familia sobre la prevención, la detección y la denuncia, así como sólo haciéndolo evidente, se preparará a los niños/as, para evitar estas situaciones y debilitar a los posibles abusadores.
El abuso sexual infantil se ha definido de diferentes maneras, Díaz Huertas (2000) define al abuso sexual como la implicación de los niños/as en actividades sexuales, para satisfacer las necesidades de un adulto y destaca que las modalidades de abuso sexual pueden ser con o sin contacto físico.
¿Sin contacto físico? así es, generalmente se suele entender al abuso como un contacto físico sexual, cuando en realidad existen modalidades en las que no se produce contacto, tales como obligar al niño/a a mantener relaciones con otra persona, observarle desnudo/a, obligarle a masturbarse, exhibicionismo (incluso mantener relaciones sexuales frente a él/ella) o mostrarle pornografía.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere el abuso sexual infantil como la participación de un niño/a en una actividad sexual que no comprende y a la que no puede dar consentimiento o para la cual, no está preparado en su desarrollo y no puede consentir.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de violación de niñas y niños en México es de 1,764 por cada 100 mil, además, cinco mil de cada 100 mil sufren tocamientos.
Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil con 5.4 millones de casos por año, únicamente se denuncian 100 casos, de esos solo 10 van a juicio para que nada más llegue un caso a condena. Es decir, la impunidad es de 99% y la cifra negra, aún mayor.
Se estima que 8 de cada 10 víctimas de abuso sexual en menores de edad son niñas, según el informe “Diagnóstico sobre la situación del abuso sexual infantil en un contexto de violencia hacia la infancia en México”, realizado por el Early Institute, con apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
La organización civil Guardianes en el informe ‘Violencia en la Primera Infancia’, donde se entrevistaron a 400 personas en toda la República con motivo del Día Nacional contra El Abuso Sexual Infantil, que se conmemora el 19 de noviembre, expone que 6 de cada 10 padres y madres no saben cómo identificar los síntomas que alertan sobre el abuso sexual en niños y niñas, ni cómo enfrentar o reaccionar ante una situación de agresión sexual a menores. De hecho, solo una de cada 10 personas dijo conocer alguna ley para proteger la infancia.
Una revisión de los casos atendidos en el Ministerio de la Defensa Pública de la ciudad de Encarnación, Paraguay, arrojó que el 75% de los casos la madre no cree que el hecho haya ocurrido, no hizo la denuncia y no apoya a su hijo/a, en México ni siquiera existen cifras que puedan orientar a los profesionistas hacia esta situación.
El abuso sexual infantil es un tema de urgencia, que debe ser abordado desde dos aspectos primordiales:
La prevención:
Con información y educación sexual tanto en el hogar y la escuela, en un ambiente de naturalidad y acorde a la edad del niño/a.
La atención:
Desde el hogar, donde muchas veces no se da seguimiento adecuado por diferentes fenómenos, como desconocimiento del abuso sexual infantil como delito, relación de los involucrados en la situación, la credibilidad hacia el niño, etc.
Por ahí alguna vez leí “dentro del problema a veces esta la solución” y si bien no hay otra solución al abuso sexual infantil más que su prevención y erradicación, si podemos encontrar en la red, donde a veces surge este delito, material muy valioso como recurso ante esta situación.
Grandes Protectores, www.grandesprotectores.org.mx, es el ejemplo, es un equipo integrado por una escritora, un ilustrador y un diseñador, mexicanos. Los tres profesionales independientes y autores de una colección de materiales maravillosos creados especialmente para ayudar a prevenir el abuso sexual infantil (ASI), son dueños de sus derechos pero hacen un trabajo increíble a la sociedad compartiéndolo. Cuentan además con el apoyo en la fundamentación de sus publicaciones, dos reconocidas especialistas en el tema: La psicóloga Julia Borbolla y la Dra Feggy Ostrosky.
La colección consta de 4 publicaciones que pretenden ayudar en este trabajo de prevención:
Estos materiales puedes descargarlos directamente en su página o aquí, dando clic en cada enlace, el fin es el mismo. Los materiales son para darles uso, para aprovecharlos, informarnos, compartirlos y mejorar desde nuestro lugar el futuro para nuestra niñez.
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